Escuela de lideres comunitarios
«Bichos»
Esta iniciativa tiene como objetivo principal incentivar la participación activa de los jóvenes en la comunidad, entregándoles herramientas para la gestión y producción cultural, liderazgo y acompañamiento en su desarrollo vocacional.
Bichos
Entendiendo la importancia de nuestra participación como organización, espacio y promotores culturales en el continuo crecimiento de la comunidad, nos hemos comprometido a generar oportunidades para compartir nuestras experiencias en torno al trabajo comunitario y la autogestión con los jóvenes de nuestra comuna. Durante este proceso, nos hemos encontrado con jóvenes empoderados e inteligentes que lideran iniciativas medioambientales y comunitarias. Este encuentro nos ha inspirado a establecer una plataforma destinada a acompañar a estos espíritus emprendedores y brindarles apoyo en su desarrollo personal.
Nuestro anhelo es ser testigos de los logros alcanzados por cada uno de ellos, Observar cómo prosperan en sus empeños y contribuyen de manera positiva al entorno que los rodea es una fuente constante de inspiración para nuestra organización y para la comunidad en general.
Objetivo principal
El objetivo general del programa de formación de líderes comunitarios «Bichos» es empoderar y desarrollar a jóvenes líderes dentro de la comunidad, brindándoles las herramientas, habilidades y conocimientos necesarios para desempeñar un papel activo y efectivo en la promoción del cambio positivo y el desarrollo sostenible en su entorno. El programa tiene como meta principal fomentar el crecimiento personal y la capacidad de liderazgo de los participantes, capacitándolos para abordar los desafíos locales desde una perspectiva informada, colaborativa y proactiva.
El programa busca formar líderes comunitarios que sean agentes de cambio conscientes, comprometidos y capacitados para abordar los desafíos actuales y futuros de manera efectiva. A través de un enfoque integral de aprendizaje y empoderamiento, se espera que los participantes del programa «Bichos» desempeñen un papel vital en la construcción de una comunidad más fuerte, inclusiva y próspera.
El legado de Niky el primer «Bicho» del Semillarbol.
En este punto, es relevante destacar la figura de Nicolás Cruz (NIKY), un joven cuya motivación y habilidades han despertado en nosotros el deseo de apoyar su trayectoria. En la actualidad, se encuentra en TAILANDIA, avanzando en su camino profesional, dejando a su paso un legado significativo y una misión compartida con los jóvenes de nuestra comunidad.
Niky representa la tercera generación de jóvenes talentosos y comprometidos con su comunidad. Estos seres han desempeñado un papel fundamental en la creación y fortalecimiento de una comunidad unida en torno a nuestro espacio y organización. Su legado, sin duda, será una fuente inagotable de inspiración.
Que esta historia siga replicándose es nuestros jóvenes es la misión e los «Bichos» del Semillarbol.
Los «bichos» del Semillarbol
En los rincones silenciosos y humildes de la naturaleza, donde los ojos curiosos pueden encontrar tesoros escondidos, se despliega un espectáculo mágico que revela la intrincada danza de la vida. Allí, en ese escenario donde la tierra y los insectos convergen en un abrazo silente, se gesta un equilibrio sagrado que sostiene la maravilla misma de la vida en su máxima expresión.
Los bichos, diminutos guardianes de la tierra, obreros incansables que a menudo pasan desapercibidos a los ojos distraídos, son los protagonistas silenciosos de esta sinfonía natural. Bajo la vastedad del cielo y la luz cálida del sol, los insectos obran en complicidad con la tierra, tejendo una red invisible pero vital que sostiene la esencia misma de la vida en las plantas.
Los pequeños colibríes de la tierra, los polinizadores, acuden a las flores como mensajeros de la fertilidad. En su vuelo incansable, transportan los secretos de la vida, llevando y trayendo el polen que enciende la chispa del crecimiento en las plantas. Este acto sencillo y grandioso, ejecutado por las abejas, los escarabajos y otros seres alados, desencadena una serie de eventos que reverbera en los campos, bosques y jardines, desplegando el milagro del florecimiento y la abundancia.
En esta maravillosa coreografía de la vida, cada elemento cumple su papel con una precisión asombrosa. Los insectos trabajadores, la tierra fértil y el ecosistema en su conjunto se entrelazan en una sinfonía de sincronía. La naturaleza revela su maestría, recordándonos que todos somos parte de un tejido interconectado, una red de vida que se sostiene mutuamente en cada suspiro de la tierra y cada aleteo de un insecto.
«Esta iniciativa nos ha permitido fortalecer la gestión de nuestro espacio cultural, involucrando a más jóvenes en cuidado preservación de este hemos consolidado una plataforma para la formación de agentes comunitarios capaces de ejercer la acción y el liderazgo».